Un trabajo de recepcionista perfectamente seguro y un puesto perfectamente estable: el trabajo perfecto de «secretaria de gremio» que Anila quería resultó ser menos que perfecto. Se enfrentaba a horas extras perpetuas, ¡y todo por culpa de una difícil mazmorra que nadie superaba jamás!
Harta de esto, Anila se saca el carné de primera clase y, armada con un martillo de guerra, va sola a matar al jefe. ¡La frágil chica que aparece en la mazmorra y mata al jefe de un solo golpe resulta ser la legendaria «Verdugo«!
Pero nadie debe saberlo, porque los secretarios de los gremios tienen prohibido entrar en las mazmorras. Nadie puede desentrañar la identidad del legendario «Verdugo«.