Kenzaburou Tondabayashi, un antiguo funcionario japonés de 52 años, ha sido reencarnado como Grace Auvergne, la villana de un juego otome que solía jugar su hija. Aunque sabe que debería comportarse de manera altanera como corresponde a su nuevo rol, su personalidad amable y disciplinada le impide hacerlo.
Su carácter sereno le permite entablar amistad con la heroína y ganarse el respeto y la admiración de los estudiantes como el epítome de la elegancia. Para encajar y mantener el rumbo de la historia, Kenzaburou deberá recurrir a su experiencia laboral, sus modales japoneses impecables y sus valores familiares.